En un mundo cada vez más urbanizado y digitalizado, la conexión con la naturaleza se ha convertido en una necesidad vital para el bienestar humano. La naturaleza no solo ofrece un respiro de la vida moderna, sino que también es esencial para nuestra salud física y mental. Desde el aire que respiramos hasta los paisajes que contemplamos, la naturaleza juega un papel fundamental en la calidad de nuestras vidas. Este ensayo explora la importancia de mantener esa conexión, entendiendo que la naturaleza no es solo un lujo, sino una parte integral de nuestra existencia y bienestar. Que lo disfrutes.
Tardaríamos mucho buscando los miles de calificativos que se necesitarían para encontrar la manera correcta de decir que la naturaleza nos cautiva, la necesidad de ella, a lo largo de la vida, los seres humanos se han caracterizado por la búsqueda constante de algún agente natural, algún espacio que lo retome al origen, esto es lo que queremos transmitir de una manera agradable, unas veces lo conseguimos otras tenemos que vivirla más intensamente, pero si algo es seguro es de lo privilegiado que somos al poder coexistir con este hábitat natural. Las plantas son extremadamente útiles. Algunos estudios han revelado que hacer actividad física en un entorno natural, o incluso una simple exposición a la naturaleza, puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y elevar la autoestima.
El medio natural en el que el hombre se desarrolla desde sus orígenes nos ha condicionado hasta el día de hoy. Tenemos la capacidad de evolución y adaptación, pero aunque podamos sobrevivir en medios contaminados por diferentes agentes, soportar ruidos y los estímulos excesivos, el ser humano solo conserva su plena salud física y mental si se protege de esas contaminaciones por diversos medios naturales, necesitamos los estímulos biológicos de la naturaleza. La falta de estos trae consigo un empobrecimiento de la vida, una pérdida progresiva de las cualidades que asociamos a la noción de ser humano y una disminución de su equilibrio físico y mental. El aire, el agua, el suelo, el fuego, los ritmos de la naturaleza y la variedad de los seres vivos han sido y siguen siendo las verdaderas influencias que han moldeado la vida humana, estableciendo en el hombre profundas necesidades.
Acciones climáticas
La presencia de la vegetación en las ciudades, altera al balance energético del clima a escala local, provocando en la radiación solar que llega a la superficie, en la velocidad y dirección del viento, en la temperatura ambiente y en la humedad del aire.
Estos efectos, aunque limitados, contribuyen, en gran medida a mejorar la sensación de confort en los espacios exteriores urbanos, así como a amortiguar el impacto de los elementos climáticos sobre los edificios.
En cuanto a la iluminación natural, la transmitancia de los árboles a la luz visible, es sensiblemente menor a la del total del espectro de la radiación solar, lo anterior se debe a que las plantas en general están especialmente preparadas para absorber la parte visible del espectro solar.
Las fachadas o cubiertas vegetales o cualquier zona verde en general, proporciona un lugar de esparcimiento y descanso en las ciudades. Transforman los espacios urbanos en lugares de convivencia donde disfrutar al aire libre. Por otro lado, la vegetación también mejora la calidad ambiental en las ciudades ya que, entre otros beneficios, mitiga el efecto isla de calor reduciendo la temperatura en su entorno. La radiación solar es absorbida por las plantas y el sustrato, y no se almacena en los materiales de construcción regulando así el clima local.
Interviene en el comportamiento higrotérmico del edificio. La vegetación integrada en la envolvente del edificio aporta aislamiento térmico adicional, protección de la radiación solar y regula la temperatura. Durante el invierno protege del viento y de la humedad. Sin embargo, en verano protege del calentamiento excesivo de los espacios interiores bloqueando la radiación solar.
En ambientes urbanos con una alta densidad de construcción, el viento, a niveles cercanos al suelo está definido por la estructura urbana, es decir, la anchura de las calles, la altura de los edificios, etcétera. La vegetación tiene, en estos casos, un efecto menos apreciable. En zonas suburbanas, con predominio de viviendas unifamiliares, los efectos de la vegetación sobre el viento son más apreciables. La reducción de la temperatura ambiente y el aumento en la humedad del aire en presencia de vegetación, se debe al efecto de sombra proyectada sobre las diversas superficies, pero sobre todo al fenómeno de la evapotranspiración, que es el efecto de enfriamiento evaporativo del agua que transpiran las plantas, otra pequeña contribución se debe a la humedad del suelo. Sin embargo, el efecto de un árbol aislado no es muy significativo, ya que desaparece rápidamente debido a los movimientos del aire, ya sea por viento o por convección.
Pero cuando se trata de un microclima aislado de los sistemas atmosféricos predominantes, entonces si es posible apreciar los efectos de la vegetación.
Como hemos visto, la vegetación afecta todos los parámetros climáticos a diversas escalas dentro del ámbito urbano; el grado de impacto dependerá, desde luego, de las características intrínsecas de esta, pero también tienen un papel importante la tipología y densidad de la trama urbana.
La radiación solar y el viento, son los parámetros más influidos por la vegetación. La sombra producida por los árboles sobre las diversas superficies urbanas y sus habitantes, es quizá, una de sus propiedades más apreciadas, sin embargo, tiene otros efectos que no se perciben a simple vista, pero que pueden ser casi igual de importantes, como es la modificación de la temperatura media radiante.
Vegetación y ruido urbano
La vegetación tiene múltiples efectos, algunas veces paralelos, a otra función que ya está desempeñando, por ejemplo, una barrera contra el viento, puede servir para controlar el ruido a su vez como pantalla visual.
Se han hecho varios estudios donde demuestran que el efecto de reducción del ruido debido a la vegetación es más bien pequeño. Sin embargo, esta tiene un efecto psicológico, sirviendo como pantalla visual entre la fuente de ruido y las personas afectadas.
Otra propiedad acústica de la vegetación, consiste en enmascarar los ruidos desagradables de fondo, con toros que resultan más agradables al oído humano, como el sonido que producen las hojas y ramas al moverse con el viento, o bien el canto de las aves que pueden albergase ahí.
Control visual
La vegetación puede ser muy efectiva como barrera o pantalla proporcionando privacidad y eliminando vistas no deseadas como basureros, terrenos deshabitados o carreteras. Estas pueden dirigir la vista de un observador hacia una dirección en particular, o bien, enmarcar un paisaje determinado. Las plantas también pueden ayudar a definir espacios, creando lo que podríamos llamar “habitaciones exteriores”, utilizando setos como muros, techo con pérgolas o el follaje de los árboles más grandes.
También es posible reducir el disconfort visual, producido por deslumbramientos. Esto pueden venir de la luz del sol, luces de coches, alumbrado urbano y algunas señales. Así mismo pueden ser reflejos provenientes de superficies de agua, como lagos o piscinas, fachadas de cristal, arena, nieve, etcétera.
Para fuentes de deslumbramiento fijas, lo mejor es colocar vegetación tan cerca como sea posible. Cuando se trata de luz reflejada lo más importante es interceptada antes de que alcance su destino. En algunas ocasiones puede ser conveniente filtrar la luz más que bloquearla por completo, para obtener efectos visuales evitando la monotonía al paisaje.
Incorporación del árbol en el espacio público
El tratamiento de una masa de vegetación, siempre tiene la finalidad de promover espacios arquitectónicos naturales. El volumen creado por un grupo de árboles nos proporciona la noción de espacios, el lugar “cerrado” del cual podemos salir o al que podemos dirigirnos; sabemos de su condición de sombra, de frescor. Las texturas, los modos de crecer y disposición de estos, deben ser estudiados. Las cualidades del sistema de crecimiento pueden ser utilizadas en función de una conjunción más o menos dramática con los edificios, bien para ampliar el sentido del edificio, o para compensar la ausencia o un exceso. El árbol proporciona adorno, frescura y verdor frente a las estructuras rotundas y permanentes de los edificios. La naturaleza orgánica es siempre dinámica, ya por su propia geometría o por las acciones de otros elementos sobre esta, la movilidad está ligada a los efectos expuestos anteriormente. Varían todos los matices en un momento, dando gran variedad a los conjuntos implantados.
La vegetación mejora la calidad de los edificios integrada tanto en su interior como formando parte de su envolvente. Mejora su eficiencia energética entre otros beneficios. Pero además la vegetación integrada en los edificios mejora la calidad ambiental y visual de las ciudades, aumentando la superficie destinada a zonas verdes. La vegetación aporta por lo tanto beneficios ambientales, pero también sociales y económicos.
Beneficios psicológicos
Se puede decir que la sensación de serenidad y de reposo inducido por la vegetación está presente en la cultura de cada época.
Aceptada esta capacidad de la naturaleza como estabilizadora del plano psíquico, cabe preguntarse cuál de sus características puede ser reconocida como tonificante urbano presente en los espacios verdes.
Considerando este aspecto con detalle, de los elementos que caracterizan un paisaje, hemos de destacar como fundamentales la vegetación, el color y la luminosidad. Siendo el color y la vegetación los más importantes.
Algunas consideraciones a tener en cuenta en la integración de la vegetación en los edificios
• La vegetación en los edificios se debe de integrar de la manera adecuada. Una selección inapropiada del tipo de plantas puede suponer graves problemas.
• Riego y mantenimiento: las especies autóctonas adaptadas al clima o que tengan una necesidad de riego reducida o nula son siempre la mejor opción. Por el contrario, hay que descartar la elección de plantas que supongan un consumo excesivo de agua para riego.
• Cubierta vegetal: la presencia de vegetación en cubiertas añada protección solar pero también aislamiento térmico adicional. El propio sustrato de la cubierta vegetal ya colabora en la mejora de la eficiencia energética de la cubierta debido a sus propiedades térmicas. Si valoramos la capacidad de aislamiento térmico que proporciona la vegetación de forma adicional, este dependerá de si se trata de una cubierta extensiva o intensiva.
Celosias
Las celosías son estructuras, generalmente de madera, aunque pueden ser fabricadas en otros materiales como metal, PVC e incluso aluminio, que sirven para delimitar espacios interiores o exteriores, siendo estos últimos en donde se instalan con mayor frecuencia.
Las celosías, aparte de cumplir con la función de demarcar un espacio, también son un importante elemento decorativo en jardines y terrazas, en donde se integran con el paisaje, y armonizan con el mobiliario y la arquitectura. Pueden proporcionar sombra, facilitar la intimidad en una determinada área y se constituyen en el mejor soporte para plantas trepadoras.
Confinamiento, vivienda actual, falta de verde
Ya se han hablado de los beneficios que hay al estar en contacto con la naturaleza, y al remontarnos a la situación actual del covid-19 por la que está atravesando el mundo es mucho más fácil comprender el porqué del contacto necesario de un agente natural. En el estado de confinamiento por el que está pasando el país, específicamente en la Ciudad de México, muchas de las viviendas no cuentan con un espacio dedicado a la naturaleza, promoviendo el sentido de encierro, ansiedad, tristeza, desesperación pues están encerrados en 4 paredes. Los espacios abiertos con algunas plantas, en donde la ventilación sea adecuada y la luz sea de idónea son vitales para la vida diaria y la pandemia las ha hecho notorias.
También hemos hablado de los jardines, un poco de su historia y como es que desde las antiguas civilizaciones lo consideraban parte fundamental de la arquitectura. Evidentemente en nuestra realidad no podemos, ni tenemos el espacio para generar espacios tan majestuosos como los relata la historia, con la urbanización en su máximo apogeo los espacios verdes dentro de las ciudades han ido desapareciendo gradualmente, ignorando nuestra necesidad vital de la naturaleza.
Es por eso que se propone la red vegetal, una opción viable para regresar al contacto con la naturaleza. Un pequeño espacio que se puede adaptar a las necesidades de los ciudadanos de grandes ciudades -debido a que son los más afectados por la falta de los espacios verdes-.
La propuesta va enfocada a los edificios que tuvieran la opción de implementarlo, no como una simple jardinera en cada volado, que sí, es estar en contacto con la naturaleza, pero no brinda un enfoque mayor mas que el de ornamentación. La red vegetal tiene como función principal ser una barrera solar ecológica, que ayude a la correcta filtración de los permitiendo rayos la solares, cantidad necesaria de ellos, a su vez, sirve para la disminución de ruidos indeseados que en la ciudad se dan muy a menudo, es una barrera para todos los estimulantes excesivos visuales, la contaminación lumínica. La evotranspiración las plantas y árboles le añaden frescura y oxigenación al ambiente de la casa; así pues, evitan la resequedad, la filtración del polvo, así como la contaminación.
No habría que confundirse con un jardín vertical, que muchas veces más que ayudar, solo están con fines decorativos. La Red Vegetal tiene como principio el ayudar y brindar a los usuarios a sentirse mejor en su propio entorno y a regresarle un poquito a la tierra al ayudarla a reducir los consumos de energía al no utilizar equipos especializados de refrigeración o calefacción.
Por tanto, el empleo de plantas en arquitectura se presenta como una herramienta fundamental en la obtención del confort interior, aislando la envolvente, protegiéndola del exceso de radiación solar de forma estacional (sombreando en verano y dejando pasar la radiación en invierno) y acondicionando el aire que pasa a su través, regulando su temperatura y humedad, para que una vez aclimatado se introduzca en el inmueble y los climatice de forma natural.
Alguna vez alguien dijo “quien ya conocía su casa, no tuvo temor de quedarse en ella. Quien nunca miró hacia adentro está aterrorizado de habitarse” una frase muy puntual para los momentos por los que estamos pasando. parte de nuestro deber como arquitectos es brindar ese confort a todos los espacios que diseñamos, y si la Red Vegetal logra por lo menos que un espacio de la casa se modifique y mejore, entonces ha cumplido con su objetivo.
Podemos concluir diciendo que la naturaleza es necesaria, en nuestras manos está transmitirla de manera que comprendamos lo que nos aporta a todos y buscar la manera de cuidarla y beneficiarse de ella al mismo tiempo. Muchos de los espacios que se están construyendo en nuestros tiempos no consideran la relación directa que hay con la naturaleza de manera natural, prefieren hacer una cocina o una sala de estar más grande que proponer alguna terraza, que pudiera ser útil en momentos como los que estamos pasando. El diseño tiene que ser consiente con el vínculo que se forma y la necesidad latente de estar en contacto con vegetación, la red vegetal es una propuesta que beneficia en todas las maneras existentes a mejorar la calidad de vida.
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